Más de 250 mil micro, pequeños y medianos negocios cerrarán, arrastrando 1.5 millones de empleos formales, estiman en Alampyme, sin considerar a los 16 millones de informales. Mientras México se aproxima a la Fase 3 de coronavirus, tienderos, comerciantes de mercados públicos y pequeños empresarios de parques de diversión rezan para no quebrar.
Ciudad de México, 14 de abril (SinEmbargo).– Cortinas cerradas con bienes y servicios enclaustrados. Cartulinas naranja o rosa fosforescente anuncian que no hay servicio, solo bajo cita o solo a domicilio. Restaurantes y cuartos de hoteles lucieron semivacíos durante la Semana Santa. Mercados públicos carecen de clientes de fondas porque ellos tampoco tienen. Parques de diversión sin familias…
«Están muy presionados rezando por no quebrar para llevar de comer a la casa, mantener salarios y pagar a proveedores y servicios», dijo Cuauhtémoc Rivera, director de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC). «A ver si no llega demasiado tarde el apoyo del Gobierno de créditos en mayo [un millón de créditos de 25 mil pesos cada uno] porque el flujo de dinero ya se necesita, ojalá hubiera sido sin el 3.4 por ciento de interés a seis meses, y más de una vez. Es una aspirina para un cáncer y el apoyo a informales es como un seguro al desempleo».
Las más de 4.5 millones de micro, pequeñas y medianas empresas registradas ante el seguro social, que representan 10 millones de empleos formales, están en vilo ante el COVID-19, al igual que los 16 millones de informales. Sin tiempo para pagar impuestos ni créditos suficientes, cerrarán más de 250 mil negocios formales a nivel nacional, se esfumarán más de 1.5 millones de empleos y las pérdidas ascenderán a 300 mil millones de pesos, advirtió la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme).
Su presidente, Alejandro Salcedo Pacheco, explicó que están revisando por estados con sus agremiados los cierres de negocios al no haber un plan estratégico de reactivación económica en el país por parte del Gobierno federal, sino un riesgo de clientelismo por parte de los Delegados de la Secretaría de Bienestar con 25 mil pesos «insuficientes» porque, por ejemplo, una pequeña industria requiere 120 mil pesos mensuales para operar con diez empleados.
«No tenemos muy claro cuál es la lista de cinco millones de beneficiarios de Bienestar. Esto no es de tocar casa por casa, sino de revisar el padrón que tiene el IMSS, el SAT y el Infonavit para saber los estatus del sector y empresas. Así como exhibió a los 15 grandes contribuyentes que deben 50 mil millones de pesos, que la Secretaria del Trabajo o el director del IMSS chequen el padrón de contribuyentes cautivos del sector micro y pequeño que necesitamos este tipo de créditos», dijo. «Será para pequeños negocitos, pero los otros no podrán soportar hasta finales de mayo».
Además, de los 280 agremiados de Alampyme que se registraron en el Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México (FONDESO), antes de que se saturara el sistema, alrededor de 15 denunciaron que «funcionarios que dicen ser del FONDESO les estuvieron marcando para ofrecerles que si querían que se les acelerara el proceso de adjudicación del crédito, tendrían que verse en algún punto y darles entre mil y 2 mil 500 pesos».
«Los micro, pequeños y medianos empresarios no podemos darnos el lujo de parar de manera total, somos empresarios que vivimos al día y representamos el sostén de millones de trabajadores en todo el país», afirmó Salcedo. Sin ser parte del Consejo Coordinador Empresarial ni ninguna Cámara, solicitan al Gobierno federal una ampliación de tiempo para la declaración anual y mensual de los impuestos; condonación del pago de Impuesto sobre la Nómina de tres meses en todo el país y considerar la condonación de ISR e IVA por los próximos tres meses a micro y pequeños empresarios, como lo estipula el artículo 39 del Código Fiscal de la Federación.
También requieren apoyo económico de dos salarios mínimos para sus trabajadores durante tres meses, necesitan créditos accesibles que vaya desde los 30 mil hasta 250 mil pesos, con facilidad de integración, con cuatro meses de gracia y tasa cero de interés. Asimismo pidieron reactivar el Plan de Infraestructura Nacional y compras de Gobierno en donde participe el 50 por ciento de micro y pequeñas empresas.
En voz de las tiendas de abarrotes, con más de un millón 200 mil puntos de venta que generan 2 millones de autoempleos y representa el 52 por ciento de abasto, Cuauhtémoc Rivera afirmó que hay una «sorda y feroz» lucha para no quebrar y mantener el pago de nómina.
«Una opción ha sido el servicio a domicilio en bicicleta más allá de las aplicaciones con las que compiten como Ubereats, sino de manera comunitaria a través de Whatsapp o en otros casos los clientes pasan en carro o caminando por la bolsa del mandado», expuso. «El patrón de consumo cambió y en vez de ir a fondas durante el trabajo la gente está gastando para cocinarse en casa. También hay un ajuste en la logística de suministro y proveeduría para mantener el abasto, porque la gente antes iba a supermercados, a la central de abasto, a centros de consumo y ahora a tiendas de abarrotes en sus colonias».
MERCADOS PÚBLICOS VS AURRERÁ
El Secretario de Economía de la Ciudad de México Fadlala Akabani anunció que Bodega Aurrerá, de Walmart México, ofertará más de 100 productos esenciales al más bajo precio posible, lo cual fue considerado una competencia desleal y acto monopólico por Enrique Álvarez, presidente del Frente de Comerciantes de los más de 300 mercados públicos en la capital del país, a quienes se les ha pedido la manipulación de alimentos con delantal, guantes, red para cabello y cubrebocas (comprados por ellos); ofrecer gel antibacterial a los clientes y desinfectar los estantes, baños y lugares comunes.
«Está promoviendo de una manera vergonzosa que Bodega Aurrerá oferte productos de la canasta básica, lo que indica una práctica monopólica que garantiza que los grandes empresarios sigan teniendo el beneficio del precio a su antojo. Bodega está buscando darle salida a todo lo que se le está acumulando. Aquí los mercados están vendiendo la naranja en 10 pesos cuando Walmart ya a cinco pesos, lo que provocará una concentración inducida», acusó.
«Es mucho más nocivo ir a un centro comercial donde miles de personas tocan las cajas y las mercancías que en un mercado público, donde el manoseo del producto es menor», comparó.
El representante de comerciantes comentó que han comenzado los despidos por la caída en las ventas, incluso de los lugares de comida por ser solo para llevar. «La mayoría de los comercios en los mercados son unidades familiares. Pero hay gente que por la misma necesidad de incrementar el comercio, contrata a otros, y el pago se tiene que hacer a la semana a más tardar porque se vive al día. En estos momentos hay un desequilibrio, han estado dejando de prescindir de mucho trabajador que en ocasiones son los mismos familiares. En unos 15 días esto puede generar problemas serios en la economía de las familias», previó.
El cierre del Mercado de Sonora lo calificó como «una tragedia», ya que oferta plantas medicinales que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
PARQUES SIN DIVERSIÓN
El 40 por ciento del ingreso anual solo por la Semana Santa se perdió para más de mil 951 parques temáticos, de diversiones, museos, parques acuáticos, zoológicos y acuarios, centros de entretenimiento familiar y atracciones.
Ante la ausencia de más de 20 millones de visitantes a Las Estacas, Grutas Tolantongo, Ixtapan de la Sal, Tepetongo, El Rollo, Kidzania, Six Flags, Recórcholis, Grupo Xcaret, Acuario Inbursa, Africam Safari y otros, se han generado pérdidas por 8 mil millones de pesos, lo que pondrá en riesgo 326 mil empleos directos y 1.3 millones de empleos indirectos. Al año suelen generar 20 mil millones de pesos y reciben a 53 millones. Este 2020 no será así.
Así lo externaron Gerardo Gallos, presidente de la Asociación Mexicana de Parques Acuáticos y Balnearios (AMPABA); Paulina Reyes, vicepresidente de la Asociación Global de la Industria de Parques y Atracciones (IAAPA); Ernesto Zazueta Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), y Claudia Perezsalas Rojina, directora de la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos (AMHMAR).
A pesar de estar cerrados desde el 1 de abril deben seguir pagando nómina y seguridad de las autoridades estatales y municipales ante el riesgo del vandalismo. «Tenemos nuestras puertas cerradas al público, pero seguimos obligados a no detenernos, lo que implica la erogación de altos gastos por mantenimiento a fin de conservar nuestras instalaciones en perfectas condiciones para que no se deterioren aceleradamente y menos poner en riesgo la seguridad de los visitantes», expusieron.
Paulina Reyes, vicepresidente de IAAPA América Latina y Caribe, y Gerardo Gallos, de AMPABA, sostuvieron que atraviesan por un escenario complejo «nunca visto», por lo que solicitan la intervención del Gobierno federal y de los estatales para que la Banca de Desarrollo Bancomext garantice la liquidez de los negocios; un subsidio de cuotas obrero-patronales del IMSS e INFONAVIT y subsidio de servicios básicos durante seis meses; diferir los pagos de impuestos federales por al menos medio año, entre otras medidas.
«El sector viene de una temporada baja con pocos ingresos y todavía tenemos que hacer un esfuerzo adicional para invertir en la temporada alta y obviamente tener el parque en las mejores condiciones posibles para recibir a todos los visitantes», manifestaron.
Muchos, calculan, no tendrán capacidad de aguantar más allá del 30 de abril la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Solo en marzo, el primer mes con casos de coronavirus en México, se perdieron 130 mil 593 plazas de trabajo formales registrados ante el IMSS, el peor tercer mes del año desde 1995, en medio de la otra crisis financiera interna. Y entre el 13 de marzo al 6 de abril, se han perdido más de 356 empleos de los cuales más de 52 mil son de pequeñas y medianas empresas de uno a 50 empleados, reveló la Secretaría del Trabajo, por lo que la mayoría de los despidos en ese periodo fueron en grandes compañías.